IÁÑEZ FERRER: OBRAS

martes, 29 de diciembre de 2009

OBRAS

FUERZA 90x90cm

PUERTA ENTRE CULTURAS 120X90 CM

DOS PINTORES 90X90 CM

ESPIRAL FÉRREA 90X90 CM

90X90 CM

TRAZOS DE UN SUEÑO ROTO I, 60X50 CM

TRAZOS DE UN SUEÑO ROTO II, 60X50 CM

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GEOGRAFÍAS ABIERTAS El desarrollo de pintura y escultura me lleva a integrar materiales de desecho (cuerda, hierro y madera) que descubro y siento como se relacionan y potencian mutuamente siendo la tierra su nexo de unión. El uso del color cambia desde tonos vivos al blanco. Caben pocas rectificaciones en la composición debido al proceso técnico aunque la causalidad y la casualidad potencian el concepto y la expresividad de mis obras. Las obras que muestro en el Museo de la Ciudad de Móstoles son parte del resultado artístico de estos últimos años, marcados por los hechos y circunstancias (Pandemia, crisis social, económica y mundial) que se han amontonado sin apenas tregua para asimilar el desarrollo de los mismos. Son las huellas… las “Geografías abiertas” que me toca vivir.

CAMINOS

Surge de la necesidad de buscar nuevas maneras de hacer, crear y expresar desde una perspectiva distinta; pero sin abandonar la esencia y conexión de ideas y sentimientos de las etapas anteriores.

Los elementos utilizados se minimizan aún más, aunque permanece la textura como nexo de unión de formas, colores e incluso los mismos materiales. Ahora son diversas y la tierra deja de ser el único elemento unificador.

La geometría vuelve a cobrar importancia en estas obras, aunque haya un abandono en la composición muy medida que incluye sobre todo a la simetría utilizada anteriormente.

Las obras monocromáticas o coloridas son una constante a la hora de expresarme, no obstante el blanco adquiere ahora un gran protagonismo contextualizando las formas y los mensajes.

Tres maneras, tres “caminos” para crear y expresar se pueden ver en esta exposición. Obras donde los títulos junto a la expresividad de los materiales y las composiciones invitan a reflexionar; obras donde el color y los materiales relajan la comunicación estética obteniendo un mensaje directo de fácil comprensión y por último obras donde la geometría, el color y los materiales buscan nuevos espacios compositivos con la intención de sensibilizar al observador y aunar la reflexión y el impacto emotivo.

Geografías acotadas

Hay imágenes que se graban en la memoria y te acompañan a lo largo de tu vida. Imágenes que plasmas inconscientemente en gran parte de las obras que realizas. Ocultas tras una línea o una mancha, un color o una textura; ahí están esperando ser descubiertas por ese espectador que analiza los trazos que construyen tu obra.

Una simple chimenea que crece contigo, que está a tu lado en días de sol o lluvia y en noches oscuras o de luna llena. Una simple chimenea, observada tras la ventana día a día, que llega a ser tan especial como para formar parte de tu iconografía emotiva.

Tantas visiones del objeto, tantos momentos como geografías vistas. Todas distintas y a la vez unidas en un solo ser capaz de unificarlas e interpretarlas, hasta el punto de convivir como una sola entidad que se acota en su justa medida.

Por ello se muestra, a través de distintas técnicas y estilos, la imagen que condiciona esta exposición. Una imagen camaleónica que convivió y convive conmigo.

HORIZONTES

Hay etapas que marcan al ser humano. Instantes que perduran y forjan al individuo. Unas veces felices y otras no, pues son la vida.

Los cuadros que expongo, son el testigo de ciertos momentos fundamentales para mí. Obras que surgen a partir de un elemento tan básico como la línea horizontal, capaz de separar o dar continuidad, marcar inicios o finales... y que llevada al más puro minimalismo conceptual, se transforma en horizonte a modo de vivencia.

Cada hecho o situación provoca un efecto mariposa entre el futuro más inmediato y el pasado. Así, todos los “horizontes” expuestos, son el resultado de seleccionar (dando títulos a veces tan extraños para el observador) momentos que tocan la fibra más profunda y permanecen... siendo en este caso todos los que están, aunque no estén todos los que son.

Incluso los materiales empleados en esta ocasión, han sufrido pequeños cambios para adaptarse al mensaje. El más fundamental ha sido eliminar el protagonismo de algún elemento, supeditándolo al contexto de la obra. La obra se minimaliza en composición y no por ello se pretende que los materiales pierdan su fuerza expresiva sino que al contrario sean capaces de comunicar y fundirse más con el espectador.

CRÍTICA DE ARTE

José González Ortiz de la Asociación Española e Internacional de Críticos de Arte dijo:

Iáñez Ferrer concibe su pintura como superficie y profundidad y, debido a los ingredientes empleados, los pigmentos, los óxidos… y, todo aquello que utiliza como elementos pictóricos, conforman una masa unida y compacta, de la que emanan la gran variedad de sugerencias, matices y registros cromáticos que caracterizan a su propuesta artística.

Superficies horadadas y heridas, sustancias y texturas aglomeradas por una alquimia virtuosa, capaz de trascender lo obvio y generar en consecuencia una narración de evocaciones lejanas en el tiempo, enigmáticas, espirituales, arqueológicas, etnológicas… Una pintura matérica como la dermis de la corteza terrestre. Los propios materiales se convierten en ideas.

Combinaciones cromáticas que alternan formas –o zonas- geométricas con otras orgánicas y configuran unos trabajos reflexivos sobre los materiales y posibilidades de motivarnos y transmitirnos las impresiones que capta y siente, aquello que él hiere y le hiere.

Sus obras se hallan estilísticamente oscilando entre una línea expresionista por la introducción de elementos reconocibles como cuerdas, hierros, maderas, formas esquemáticas…, para desembocar en pinturas claramente abstractas, algunas con matices gestuales. El gesto metamorfoseado en sujeto netamente plástico, por otro lado ambiguamente trasgresor.

Iáñez Ferrer explora áreas espirituales imprecisas que se revelan en cualquier lugar…, una pared, una roca, una mancha. Zonas que motivan lo trascendente y, amalgaman el pasado y presente en una misma unidad espiritual…, la mera estética.

Investiga a través de su obra todo aquello que posee una significación pictórica susceptible de provocar emociones. Degradaciones cromáticas, una madera veteada, hierros oxidados… Materiales que continuamente nos remiten a la propia tierra. La primigenia piel de este mundo con sus limitados contrastes de belleza, huellas y mensajes. Sutilezas paradójicas de la vida que él describe y descubre para todos.

El Espíritu Oculto En La Materia

El Espíritu Oculto En La Materia

Sacado del libro SOBRE LAS RUINAS DE ALEJANDRÍA - colección de críticas de arte de FRANCISCO BAUTISTA TOLEDO.

La obra posee una fuerza innata que rompe el contexto del soporte donde se asienta, generando una visión nueva de la realidad mediante una expresión dura y descarnada, que define con matices imposibles de explicar con otro tipo de lenguaje o grafía.
Los materiales tienen adheridos gran cantidad de propiedades que nuestra cultura le otorga, o acaso la huella del tiempo, también el estado de ánimo del espectador que en una obra de arte es inducida por el artista, para crear la magia que su contemplación genera.
El artista consigue mostrar una obra original, de gran valía, puesto que sabe equilibrar técnica y concepto, potenciándose mutuamente en un conjunto sinérgico que origina un universo propio, cobrando vida, y por consiguiente voz propia que recita su "realidad". Dice y es comprendidad, atrayendo o repeliendo, y siempre haciendo brotar sentimientos.
Este pintor demuestra conocer muy bien las cualidades de los materiales que usa, posee sentido del equilibrio y gracias a una técnica desenvuelta, produce las piezas expuestas, aparte, y esto es lo fundamental, de tener un pensamiento lúcido de la idea - sentimiento que quiere expresar.

El Discurso del Tiempo

Crítica de Eva V.Galán

Una profunda sobriedad, una solemne austeridad, son las notas dominantes en la obra de éste pintor.
Partiendo de la madera como soporte y catalizador específico de sus obras, organiza su reflexión pictórica mediante un generoso panorama de recursos técnicos en los que la investigación y la sorpresa son características constantes y gratificantes.
A través del color y del volumen, compone un planteamiento fundamentalmente humanístico en lo ideológico y decididamente matérico en la praxis. Pero ese enamoramiento por la materia (por las masas, por las texturas, por las cualidades naturalmente explotadas de los elementos integrantes de la obra), viene supeditado en los planteamientos de este pintor granadino a un primordial y simultáneo sentimiento reflexivo sobre la versatilidad expresiva de esos materiales; y, por lo tanto, en su camino hacia la total expresión formal de su sentimiento creador.
Jesús Iáñez trata de canalizar racionalmente las posibilidades lingüisticas de sus soportes, pigmentos y aglutinantes, siempre mediante una actuación sinérgica y concebida desde el primer momento con un caracter de totalidad esencial...